El músico Guido Salazar presenta su propuesta musical

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Arkham la ciudad imaginaria creada por el escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraf, sirvió de inspiración para que Salazar realice su trabajo discográfico, que lleva el mismo nombre de aquella ciudad, que Lovecraf ocupara para sus escritos.
Guido Salazar inició su carrera conformando la banda de rock experimental “Celestesfera”. Fue invitado a participar de bandas como African Homo-sapiens de Guayaquil, La Chota Blues, Los Introducidos de Galápagos y el grupo La Bala Perdida.
En su actividad como solista grabó cuatro demos. “Sensibilidad Post-Mortem”, “San Lázaro”, “Live in Psicodelilandia” y "Teoría de la Basuración", con más de cuarenta temas en total

DOMINGO CANTINAS es una revelación

“Todos me dicen que eres una puta, para mí solo eres medio bruta”. El verso es parte de ‘La Concubina’, un pasillo de Domingo Cantinas, rescatado del olvido alcohólico por Mauricio Proaño. Este guitarrista, recorrido medio mundo, como músico errante, vino a encontrar en una perdida cantina de Chimbacalle el único LP de Domingo Cantinas ‘La Concubina’ y descubrió todo un mundo en las capas marginales de la sociedad.
¿Es cierto que el cantante mató a su esposa y se la comió, como relata en ‘El antropófago enamorado’? ¿De verdad padeció, o fue un delirium tremens, con un pavo pervertido y promiscuo, al que terminó violando? ¿Era un autodidacta de cantina o estudió para poder tocar por igual pasillo y sanjuán, bolero y capishca?
Ni siquiera hay un dato cierto sobre su muerte. Su antiguo compañero de dúo, el ‘Zurdo’ Safadi –sobrino lejano del autor de ‘Guayaquil de mis amores’– está preso por oscuros delitos de estafa, al frente del burdel guayaquileño El Sacapuntas. De Cantinas no se supo nada tras el éxito relativo de su disco. Se lo tragó la tierra.
Proaño cree que está vivo. Después de recuperar el disco, que tiene solo cuatro temas, el investigador ha recibido canciones escritas en servilletas con la temblorosa letra alcohólica de Cantinas. Amigos del músico sonríen ante la esperanza de verlo con vida. “Seguro dejó regalando esas cosas a sus novias, ahora ellas las reparten para mantener la leyenda viva”. Es ese un acto de amor de quienes, como María Billares, su antigua amada y hoy trabajadora sexual, recuerdan sus regalos. A ella, lo último que le dio fue una canción: ‘Arroz con gorgojo’.
“Domingo acaso no recuerda quién fue; una de las historias que se cuentan sobre él asegura que lo golpearon con una bola de billar en una gresca”. Amnésico o no, el guitarrista se ha propuesto no dejarlo caer en el olvido. “Fue un JJ que no tuvo suerte”.